Las croquetas caseras son un recurso muy socorrido especialmente si estás pensando en hacer una cena rápida, porque la ventaja que tienen las croquetas es que las puedes congelar y cuando llegue el momento de la cena tan solo tienes que freírlas sin necesidad de descongelarlas previamente.
Otra ventaja es que puedes hacerlas prácticamente cualquier ingrediente: con jamón serrano, con queso, con atún, con restos de cocido, con restos de pollo asado, con merluza o pescado blanco…
INGREDIENTES
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
- 2 cucharadas soperas de harina
- 1/4 litro de leche o un poco más
- 1 huevo
- 100 g de pan rallado
- Nuez moscada
- Sal
- Tostamos la harina para la bechamel: Se pone la sartén en el fuego con el aceite. Cuando esté un poco caliente (bastante antes de echar humo) se aparta la sartén y se va echando con una cuchara de madera la harina a la sartén, moviéndola hasta que se vea que se hace masa. Es importante removerla durante 3 o 4 minutos para que se tueste la harina y las croquetas no sepan a harina cruda.
- Hacemos la bechamel: Se pone nuevamente la sartén en el fuego flojo y se añade la leche poco a poco; sin parar de mover la masa hasta que esté cocida y consistente. Entonces se añade la nuez moscada, un poco de sal y el ingrediente elegido picado. Se deja cociendo en la sartén sin parar de moverla hasta que se espese.
- Enfriamos la masa de las croquetas: Una vez espesa la bechamel, se vacía en una fuente y se deja enfriar fuera de la nevera durante una hora aproximadamente. Después, se mete en la nevera unas dos horas como mínimo, tapándola con papel film para que no se seque. Esto hasta que la masa se enfríe del todo y quede bien espesa…
- Damos forma a las croquetas caseras: Se baten los huevos aparte. Una vez fría la masa, con mucho cuidado y con la ayuda de dos cucharas, una en cada mano, ve formando y moldeando las croquetas del tamaño de la cuchara más o menos. No lo hagas con las manos, es mejor con las cucharas. Ve pasándolas por el huevo y la dejas en el plato del pan rallado. Ahora con las dos manos recoge la croqueta al mismo tiempo que coges un montón de pan rallado con las manos, para que no se te pegue a los dedos. Empana bien la croqueta y dale la forma, que quede bien cubierta y compacta. Y así con todas. Ve dejándolas en un plato grande. Cuando ya estén todas empanadas, mételas en la nevera una hora.
- Freímos las croquetas: Se fríen en bastante aceite caliente, que las cubra. Dales la vuelta con cuidado y ten cuidado porque se queman muy rápido. Cuando se ponen doradas se sacan y se ponen a escurrir sobre papel de cocina.
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